ANIVERSARIO TURNO DE JÓVENES DE TALAVERA

Desde el Consejo Diocesano de Toledo os felicitamos en este aniversario y confiamos que el Señor os premie con el don de la perseverancia y nuevos jóvenes que se unan a vosotros en la adoración a Jesús Sacramentado.

CONFERENCIA LA VERDAD DEL AMOR HUMANO, POR EL OBISPO DE ALCALÁ DE HENARES EN EL SEMINARIO MAYOR DE TOLEDO

El sábado 15 de diciembre tendrá lugar una Conferencia titulada "La verdad del amor humano", que impartirá Mons. Reig Pla, Obispo de Alcalá de Henares y Presidente de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida. Será a las 17 h, en el Seminario Mayor de Toledo, y habrá servicio de guardería. Adjuntamos el cartel anunciador de la misma. 

Se trata de un buen momento para seguir creciendo en comunión, formarnos sobre un tema de absoluta actualidad y fundamental en nuestro apostolado, como es el concepto de familia, el amor conyugal y el papel de la familia cristiana en la sociedad actual y aunar fuerzas en torno a esta cuestión para ser luz ante los demás.

NOTA FINAL DE LA C ASAMBLEA DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL


La mula, el buey… ¿y qué pasa con Dios?



¿Hay que suprimirlos del BELÉN? ¿Quién ha dicho eso? ¿El Papa? ¡No! ¡Por supuesto que no! El Papa, como en otros temas, simplemente nos recuerda la centralidad de las cosas y, luego, la tradición o la piedad popular va añadiendo aquellos elementos que adornan, enriquecen, potencian y magnifican el Misterio de amor que es el Belén.

Quedarse en algo tan secundario como “el buey o la mula” ante la edición del Libro de la Infancia de Jesús es no ir al fondo del mismo. A Benedicto XVI le interesa el hecho histórico y central en nuestra fe: Dios se ha hecho hombre.

Interpretar de otra manera las palabras, el pensamiento o las letras de Benedicto XVI es no querer asomarse a la íntegra lectura de un libro escrito por uno de los intelectuales mayores de nuestro tiempo que, además, es Papa.

Estoy seguro, que Benedicto XVI seguirá poniendo en su belén particular el buey, la mula, los ángeles, los pastores, el molino, la lavandera y todo lo que haga falta.

Lo que está claro es que, en mi belén parroquial, procuraré no instalar a tanto borrego que con tan mala saña se queda en lo superficial sin haber leído del libro del Papa…ni una sola página.

Mientras unos hablan del buey y de la mula, otros nos preparamos para lo más importante: colocar en el centro al REY DE REYES. ¡CRISTO!

Cuántos de los que hoy ponen el grito en el cielo (especialmente alguna prensa escrita, radiofónica o televisiva) serán luego los primeros en machacarnos que, por Navidad…¡FUERA EL BELÉN! Y, entonces, el buey, la mula y todo lo demás…les sobrará. Así de claro.

¡Ver para creer! ¡Poner a Dios, junto a la mula y el buey, al mismo nivel!

Javier Leoz

Delegado de Religiosidad Popular Pamplona

SOLEMNIDAD DEL RESERVADO

El próximo 11 de noviembre tendrá lugar la tradicional fiesta del Reservado en los seminarios Mayor y Menor: la jornada comenzará con la Eucaristía, tras la cual estará expuesto el Santísimo durante todo el día, acompañado de los seminaristas. Por la tarde el Sr. Arzobispo, D. Braulio, presidirá primero las Vísperas solemnes y a continuación la procesión con el Santísimo bajo palio por los claustros de ambos seminarios.

Se trata de una fiesta que recuerda el momento en que el Santísimo Sacramento de la Eucaristía quedó guardado en el Sagrario de estas casas destinadas a la formación de los futuros sacerdotes.

Es un día de acción de gracias por la Presencia continua del Señor en medio de esta comunidad que, al igual que los primeros apóstoles, se preparan junto a Jesús para luego ser enviados a los pueblos a dar testimonio del amor de Dios. Es un día para no acostumbrarnos a lo que siempre es un regalo inmenso e inmerecido; un día para unirnos todos los que formamos parte de esta gran familia del Seminario. Por este motivo, en esta celebración del día del Reservado no sólo participan los seminaristas y formadores, sino también los profesores, los familiares de los seminaristas, sacerdotes de la diócesis y muchos otros fieles. Sobre todo, para el acto de la tarde, ese número de fieles aumenta de año en año hasta dejar pequeña la gran capilla del Seminario Mayor.

ENCUENTRO CONYUGAL


Encuentro conyugal, organizado por el Movimiento Familiar Cristiano los días 10 y 11 de noviembre en las instalaciones del antiguo seminario de Ntra. Sra. de Altagracia en la localidad de Mora (Toledo)

TEMA DE REFLEXIÓN PARA EL MES DE NOVIEMBRE

Reflexiones sobre la Fe (I) 

La fe es la "virtud teologal por la que creemos en Dios y en todo lo que Él nos ha dicho y revelado, y que la Santa Iglesia nos propone, porque Él es la misma verdad" (Catecismo, 1814). 

El Papa nos invita este año a reflexionar sobre la Fe. Sobre la fe, como acto que realizamos desde lo más hondo de nuestra alma, y sobre las verdades que la Santa Iglesia nos propone, porque las ha recibido de Dios, para que las creamos. 

Muchos santos, al final de su vida, piden al Señor que les aumente la fe. ¿Han dejado de creer? ¿Han encontrado obstáculos insuperables para seguir creyendo? No. Han descubierto, sencillamente, que el camino de crecer en la fe no se acaba nunca, porque va abriendo nuestra inteligencia al misterio de Dios, Uno y Trino, que supera todos los límites de la capacidad de conocer por nuestra razón. Y a la vez, es capaz de reconocer que las verdades que admite por fe, no son irracionales. 

El camino “empieza en el Bautismo, con el que podemos llamar a Dios con el nombre de Padre, y se concluye con el paso de la muerte a la vida eterna, fruto de la resurrección del Señor Jesús que, con el don del Espíritu Santo, ha querido unir en su misma gloria a cuantos creen en Él”. 

En estas reflexiones no podremos considerar todas las verdades que confesamos y con todos los detalles que serían necesarios. Detendremos nuestra atención en las verdades básicas, que Benedicto XVI resume con estas palabras: “Profesar la fe en la Trinidad -Padre, Hijo y Espíritu Santo- equivale a creer en un solo Dios que es Amor: el Padre, que en la plenitud de los tiempos envió a su Hijo para nuestra salvación; Jesucristo, que en el misterio de su muerte y resurrección redimió al mundo; el Espíritu Santo, que guía a la Iglesia a través de los siglos en la espera del retorno glorioso del Señor”. 

“El justo vive de la fe”, nos recuerda el apóstol san Pablo. Y es algo que no debemos olvidar en estas reflexiones. Nuestra inteligencia se enriquece con la luz de la fe, y así podremos llegar a ver toda nuestra existencia, personal, profesional, familiar, pública, con los ojos de Dios, en relación con Dios. 

¿Qué es la fe? 

“La fe es, ante todo, un adhesión personal del hombre a Dios; es, al mismo tiempo, un asentimiento libre a toda la verdad que Dios ha revelado. En cuanto adhesión personal a Dios y asentimiento a la verdad que Él ha revelado, la fe cristiana difiere de la fe en una persona humana” (CIC. 150). 

“En la fe, la inteligencia y la voluntad humanas cooperan con la gracia divina: “Creer es un acto del entendimiento que asiente a la verdad divina por imperio de la voluntad movida por Dios mediante la gracia” (CIC. 155). 

“La fe es un don de Dios, una virtud sobrenatural infundida por Él. Para dar esta respuesta de fe es necesaria la gracia de Dios, que se adelanta y nos ayuda, junto con el auxilio interior del Espíritu Santo que mueve el corazón, lo dirige a Dios, abre los ojos del espíritu y concede “a todos gusto en aceptar y creer la verdad” (CIC. 153). 

Podemos decir que la fe es un acto libre, que el hombre lleva a cabo, movido por una luz interior que le da el Espíritu Santo. Dios no nos impone la fe: nos ilumina, sale a nuestro encuentro, cuando buscamos la Verdad. 

El Señor ya nos lo dijo: “Me hago el encontradizo con quienes me buscan”. 

La fe, por tanto, es la respuesta más plena que el hombre da a Dios. Y es una respuesta libre, racional, confiada, que manifiesta siempre un gran amor a Dios, que nos da la gracia de creer. 

María es la primera criatura que vivió plenamente la fe, en Dios Padre, en Dios Hijo, en Dios Espíritu Santo. “Bienaventurada tú, que has creído”, dijo de ella su prima Santa Isabel. Y María es testimonio vivo de la Resurrección de Cristo, y en cada encuentro con los creyentes, transmite a cada uno de nosotros la alegría de Dios, con las mismas palabras con que ella la vivió: “bienaventurado tú, que crees”. 



Cuestionario: 

Ø ¿Agradezco a Dios, con humildad y de todo corazón, ser creyente, ser católico? 

Ø ¿Tengo confianza en Dios, sabiendo que es mi padre, y padre amoroso, para rogarle que me “aumente la fe” cada día?

FECHAS A RECORDAR....


Vigilia Extraordinaria de Difuntos es una vigilia reglamentaria y de obligado cumplimiento para todos los adoradores/as activos/as.
En Toledo, se celebrará por todos los Turnos el día 1 de noviembre, en la Iglesia Parroquial de San Ildefonso, a las 22,00 h.

Fiesta del Reservado, el día 11 de Noviembre, en el Seminario Mayor para unirnos en oración con nuestros seminaristas y rezar por ellos. A las 18,30h. se rezarán las Vísperas y tras ellas Procesión Eucarística.

Jornada de Espiritualidad y Pleno de Consejo Diocesano que se celebrará en Yépes, el día 16 de diciembre, Domingo.
-Ejercicio de Fin de Año es una celebración de Acción de Gracias. En Toledo, nos reuniremos toda
 

SANAR LAS HERIDAS DEL ABORTO



“Seminario de Formación sobre el síndrome post-aborto, terapia y reconciliación”, en Toledo del 10 al 11 de noviembre, en el Colegio de Doncellas Nobles.

La iniciativa surge de la necesidad de dar una respuesta por parte de la Iglesia al sufrimiento de tantas mujeres, para acercarse a ellas y ofrecerles la misericordia de Dios.

INSCRIPCIÓN: Es necesario inscribirse antes del lunes 5 de noviembre enviando los datos (nombre y apellidos, nombre y edades de los hijos, teléfono y email de contacto) por email o bien contactando directamente con el teléfono de la Fundación COF.

Fundación Centro de Orientación Familiar
Arco de Palacio, 1 
45002 Toledo 
Tel.: 925 214 338 Web: www.cofarchitoledo.org
E-Mail: contacto@cofarchitoledo.org


“La Iglesia, a ejemplo de su divino Maestro, piensa siempre en las personas concretas, sobre todo en las más débiles e inocentes, que son víctimas de las injusticias y los pecados, y también en los demás hombres y mujeres que, habiendo cometido dichos actos, han incurrido en culpa y llevan sus heridas interiores, buscando la paz y la posibilidad de una recuperación. 


La Iglesia tiene el deber primario de acercarse a estas personas con amor y delicadeza, con solicitud y atención materna, para anunciarles la cercanía misericordiosa de Dios en Jesucristo. En efecto, como enseñan los Padres, él es el verdadero buen Samaritano, que se ha hecho nuestro prójimo, que derrama aceite y vino sobre nuestras heridas y nos conduce a la posada, la Iglesia, en la que hace que nos curen, encomendándonos a sus ministros y pagando personalmente, por adelantado, nuestra curación.”


Benedicto XVI, Discurso a los participantes del Congreso Internacional “El aceite sobre las heridas. Una respuesta a las plagas del aborto y del divorcio”, (5 de abril de 2008),