TEMA DE REFLEXION DE FEBRERO

La Penitencia (II)


Actos del penitente

“Los elementos esenciales del sacramento de la Reconciliación son dos: los actos que lleva a cabo el hombre, que se convierte bajo la acción del Espíritu Santo, y la absolución del sacerdote que concede el perdón en nombre de Cristo” (Compendio, n. 302).
Los actos propios del penitente, en los que expresa su voluntad y libertad de reconocer su pecado, arrepentirse y pedir perdón son:


el examen de conciencia


la contrición o arrepentimiento


la confesión de los pecados

el propósito de la enmienda

y cumplir la penitencia o satisfacción


En primer lugar, el pecado es, ante todo, ofensa a Dios, ruptura de la comunión con Él. Al mismo tiempo, atenta contra la comunión en la Iglesia. Por eso la conversión implica, a la vez, el perdón de Dios y la reconciliación con la Iglesia.

Con sus actos, el penitente manifiesta primero, el reconocimiento de su pecado, de que ha hecho algo mal, y para ese reconocimiento siempre se requiere humildad. El penitente examina su conciencia para entender mejor contra qué mandamiento de la ley de Dios, de la Iglesia ha actuado, y ser así más consciente de la maldad, más grave o más leve, del acto cometido.

En segundo lugar, el penitente vive la contrición de corazón; le duele haber realizado esos hechos, y quiere
expresar el dolor y la pena por haber ofendido a Dios y al prójimo y haberse ofendido a sí mismo, y se arrepiente de haberlo hecho. El arrepentimiento es una acción del hombre que manifiesta una profunda madurez psíquica, una claridad de mente, y una libertad que no quiere ser ni dominada ni condicionada por el mal.

En tercer lugar, al acercarse a confesar sus pecados, el pecador desea abrir su corazón, su alma, su boca. Sabe que no le basta dirigirse a Dios desde el fondo del corazón, sino que, quiere también, en secreto, decir sus pecados al sacerdote, que en ese momento es el mismo Jesucristo, y convencerse de que, efectivamente, ha pedido perdón. Si alguien ofende a su madre, no le basta reconocer en su interior que ha hecho mal a la persona que lo engendró a la vida. Necesita acudir a su madre, pedirle perdón en persona, cara a cara, y con toda sinceridad.

“Por la confesión, el hombre se enfrenta a los pecados de que se siente culpable; asume su responsabilidad y, por ello, se abre de nuevo a Dios y a la comunión de la Iglesia con el fin de hacer posible un nuevo futuro” (Catecismo, n. 1455).

En cuarto lugar, y como fruto de esa conversión al bien, que lleva consigo el rechazo del mal, el penitente decide no volver a caer en el pecado. No volver a hacer el mal: no volver a robar, no volver a blasfemar, no volver a adulterar, no volver a odiar, no volver a abandonar el culto a Dios, etc. Sabe, a la vez, que como es débil y frágil, puede cometer de nuevo esos mismos pecados de los que ahora se arrepiente; pero reafirma, con su gesto y en lo hondo de su espíritu, el decidido propósito de no volver a hacerlo.

Y, por último, el penitente expresa la voluntad, el deseo arraigado, de cumplir la penitencia que le fuera impuesta, y que siempre busca el bien personal del arrepentido.. Una limosna, una oración, un pequeño acto que suponga un cierto esfuerzo. “Puede consistir en la oración, en ofrendas, en obras de misericordia, servicios al prójimo, privaciones voluntarias, sacrificios y, sobre todo, la aceptación paciente de la cruz que debemos llevar” (Catecismo, n. 1460).

La penitencia, en resumen, es una invitación a manifestar de alguna forma el deseo de amar más a Cristo, a la Virgen. La penitencia, en definitiva, invita al penitente a “ahogar el mal en abundancia de bien”.


Cuestionario


¿Soy siempre sincero al decir mis pecados al confesor; consciente de que los digo al mismo Jesucristo?


¿Soy sincero conmigo mismo y reconozco mi culpa al pecar, sin justificar mi mala acción por las circunstancias y situaciones externas?


¿Cumplo enseguida la penitencia que me ha indicado el sacerdote, y lo hago con agradecimiento a Dios por el perdón de mis pecados?

Preestreno de la película Popieluszko

PARA INTERES DE TODOS LOS ADORADORES

Ejercicios Espirituales: En la reunión del Pleno del Consejo Diocesano, celebrado recientemente en la localidad de Oropesa, se acordó realizar una tanda de Ejercicios Espirituales para adoradores/as de la Diócesis y de todos los fieles que quieran participar. Dichos Ejercicios tendrán lugar en Madridejos, entre los días 16, 17, y 18 de marzo.
Por su riqueza espiritual, no perdáis la oportunidad de que asista algún miembro de la Sección. Hazlo extensivo a los adoradores/as de la Sección, familiares, a través de ellos y simpatizantes de la Obra.

Ofrenda a D. Luis de Trelles, nuestro fundador, en Zamora, el 14 de abril.

XXVI Peregrinación de la A. N. al Santuario de Fátima (Portugal): Los días 18, 19 y 20 de Mayo. Para mayor información, inscripción y reservas dirigirse a D. Carlos Torrijos Sánchez-Chiquito, Vicepresidente Diocesano y Presidente de la Sección de Fuensalida, Tlf. 637234544.

Congreso Eucarístico Internacional de Dublín, del 10 al 17 de junio.

Vigilia Diocesana de Espigas: en CAMARENA, el día 16 de junio.

XXIII Curso de Verano Luis de Trelles, en Aranda de Duero (Burgos), del 21al 23 de junio.

Vigilia Nacional en Baeza (Jaén), el día 30 de junio, en conmemoración del 125 Aniversario de la fundación de esa Sección Adoradora.

Jornadas Nacionales de la Juventud Adoradora: Segunda quincena de julio, en Zaragoza.

Vigilia Acción de Gracias en conmemoración del 125 Aniversario fundación Sección Adoradora en Plasencia (Cáceres), el 22 de septiembre.

Pleno del Consejo Nacional: días 30 de noviembre y 1 y 2 de diciembre, en Pozuelo A. (Madrid).

Pleno del Consejo Diocesano y Jornada de Espiritualidad, el día 16 de diciembre, en Yépes.

Boletín de la A.N.E. de nuestra Diócesis: Por considerarlo de gran interés espiritual y formativo, hacemos un llamamiento a todos los adoradores/as y simpatizantes para su inscripción al Boletín Diocesano de la ANE. A tal fin llamar al Tlf. 925250534 ó mandar una nota con la dirección a la que hay que remitir el Boletín al Apdº de Correos nº 262- 45080-Toledo.
El precio anual de la inscripción (6 números) es de 6 €, que se ingresarán en cualquiera de las siguientes cuentas:
CAJA CASTILLA LA MANCHA (CCM) Nº: 2105-0036-10-1240485674        ó
BANKIA (CAJA MADRID) Nº: 2038-5500-49-6000584556. Dadle la máxima publicidad.

FOLLETO CON LAS MONICIONES A LOS SALMOS DEL MANUAL: Se ha editado por este Consejo, un folleto en el que se explican los Salmos que contiene el Manual del Adorador. Por considerarlo de gran interés, hacemos una llamada para los que estén interesados en su adquisición. Dicho folleto se puede adquirir en este Consejo por la cantidad de UN EURO CON CINCUENTA (1,50 €) más gastos de envió. A tal fin llamar al Tlf. 925250534 ó mandar una nota al Apartado de Correos nº 262 - 45080-Toledo. Una vez recibido ingresar su importe en cualquiera de las cuentas siguientes:
CAJA CASTILLA LA MANCHA (CCM) Nº: 2105-0036-10-1240485674.
BANKIA (CAJA MADRID) Nº: 2038-5500-49-6000584556.
No olvidéis de poner el nombre o Sección de quien lo ingresa.
Dadle la máxima publicidad.

La Fundación de D. Luís de Trelles, nuestro fundador, ha editado un libro (15 €) y un CD (5 €) sobre su vida y apostolado y la de D. Alberto Capellán un CD (10 €) sobre su vida y apostolado.
Los interesados en adquirir algún ejemplar, dirigirse a las Fundaciones o a este Consejo 925 25 05 34. Tu colaboración es para los gastos de las Causas de Beatificación.


Causa de beatificación D. LUIS DE TRELLES

COLABORA CON LA FUNDACIÓN “LUIS DE TRELLES"
C/ Vázquez Varela 54, 3º Dcha. .- 36204-VIGO (PONTEVEDRA).
Tlf: 986-41-92-45;  ww.fundaciontrelles.org
Ofrendas: BANESTO: c/c nº 0030-6037-14-0865162273

Causa de beatificación D. Alberto Capellán Zuazo

COLABORA CON LA FUNDACIÓN “ALBERTO CAPELLAN"
Adoración Nocturna Diocesana de Logroño,
C/ Obispo Fidel García, 1; 26006-LOGROÑO
Ofrendas: B.B.V.A., c/c nº 0182-3500-22-0018181551

Quienes deseen recibir las HOJAS INFORMATIVAS pueden solicitarlas a esas direcciones. Las hojas serán totalmente gratuitas.

TEMA DE REFLEXION - ENERO-

 La Penitencia (I).- Necesidad
“Puesto que la vida nueva de la gracia recibida en el Bautismo, no suprimió la debilidad de la naturaleza humana ni la inclinación al pecado (esto es, la concupiscencia), Cristo instituyó este sacramento (la Penitencia) para la conversión de los bautizados que se han alejado de Él por el pecado” (Compendio del Catecismo, n. 297).
La posibilidad de pecar, de abandonar el proceso de conversión en “hijo de Dios en Cristo”, de actuar contra la Fe, Esperanza y la Caridad, está siempre presente en la vida del cristiano y le acompañará hasta el fin de su estancia en la tierra. La vida humana es tiempo de libertad y de búsqueda amorosa de la unión con Dios, en libertad de espíritu.
La "iniciación cristiana" que ha comenzado a germinar en el hombre al recibir los sacramentos del Bautismo, Confirmación y Eucaristía, puede interrumpir su crecimiento si el hombre cede ante la tentación y comete el pecado.
El Sacramento de la Penitencia confiere una gracia particular de purificación y de arrepentimiento. Cristo lo instituyó "para los que, después del Bautismo, hayan caído en el pecado grave y así hayan perdido la gracia bautismal y lesionado la comunión eclesial. El sacramento de la Penitencia ofrece a éstos una nueva posibilidad de convertirse y de recuperar la gracia de la justificación" (Catecismo, n. 1446).
Una vez cometido el pecado, el hombre puede caer en la tentación de separarse de Dios, de aislarse en sí mismo, por miedo y falso temor a Dios, pensando que Dios no lo va a perdonar nunca.
El hombre debe convencerse de que Dios siempre espera que el pecador “se arrepienta y viva”. Dios jamás abandona al hombre, por muy radical que la separación llegue a ser por parte del hombre, y quiere que el hombre se convenza de que todo pecado puede ser perdonado.
Es verdad que el hombre siempre puede rechazar a Dios. No puede impedir, sin embargo, que Dios le busque, que Dios le salga al paso. El hombre puede olvidarse de Dios, pero Dios no se olvida nunca del hombre.
En el sacramento de la Penitencia, que también se llama de la Reconciliación, del Perdón, de la Confesión y de la Conversión, Dios sale al paso del hombre para perdonar sus pecados y devolverle la confianza en Dios Padre, Creador; en Dios Hijo, Redentor; en Dios Espíritu Santo, Santificador.
¿Se perdonan todos los pecados, también los más graves y abominables que el hombre pueda cometer?
Así lo ha señalado Jesucristo, quien al instituir este Sacramento no estableció ningún límite a la acción que encomendaba a los Apóstoles:
“Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos” (Jn 20, 22-23).
Las palabras del Señor a propósito de los pecados contra el Espíritu Santo, parecen indicar lo contrario: “Todo pecado y toda blasfemia se perdonará a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada. Y al que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que la diga contra el Espíritu Santo no se le perdonará ni en este mundo ni en el otro” (Mt 12, 31).
¿Quedan de verdad “retenidos” estos pecados?
Estas palabras no reducen el alcance de la Redención que Cristo nos ganó. Significan, por tanto, que quien rechace el arrepentimiento, la invitación de Cristo a la penitencia, no recibe el perdón. La obstinación en el pecado, en no arrepentirse, en no pedir perdón, es el verdadero pecado contra el Espíritu Santo. Dios, que ha creado al hombre libre, concede el perdón de sus pecados a quien, arrepentido, le pide ser perdonado. El pecado contra el Espíritu Santo es precisamente el de no pedir perdón.
Los únicos pecados que son retenidos son aquellos de los que el pecador no se arrepiente, no reconoce su pecado y, por tanto, tampoco pide perdón. Dios cuenta con la voluntad, la libertad del pecador para perdonarlo y reconciliarlo con Él. Le ofrece su perdón y su confianza; pero el pecador siempre puede rechazar ese gesto amoroso de Dios.

Cuestionario

  • ¿Me doy cuenta de la realidad del pecado; de la realidad de tantas ofensas a Dios que tienen lugar cada día en el mundo; y del mal que el pecado hace al hombre?
  • ¿Me acerco al sacramento de la Confesión con plena confianza, como se acercó el hijo pródigo a su padre?
  • ¿Perdono las ofensas y el mal, que me hacen a mí? Y ¿pido perdón por el mal que yo pueda hacer a mis semejantes?

50º CONGRESO EUCARÍSTICO


GRUPO ADORACION NOCTURNA


VIERNES 15 DE JUNIO.-   MADRID - DUBLÍN 
Presentación a las 08:00 h. de la mañana ante el mostrador de AER LINGUS, nº 329 de la Terminal 1 del Aeropuerto de Madrid-Barajas. Trámites de embarque. Es necesario presentar el DNI en vigor. Vuelo EI-593 con salida a las 10:35 h. Recepción en el aeropuerto de Dublín a las 12:10 h. (hora irlandesa). Almuerzo en un restaurante. Visita panorámica guiada en castellano de lo más característico de la capital irlandesa. Entre otros lugares, veremos O’Connell Street, Phoenix Park, la residencia del presidente irlandés, la catedral de San Patricio, los edificios del Gobierno, el Dublin Castle, Temple Bar, St. Stephen’s Green y Grafton Street. También tendremos la ocasión de visitar el Trinity College, donde podremos apreciar el legendario Libro de Kells, bellísimo manuscrito iluminado del siglo octavo considerado la pieza principal del cristianismo celta y uno de los más importantes vestigios del arte religioso medieval (entrada incluida). Después de las visitas, Celebración Eucarística. A las 19:00 h., posible asistencia a las actividades del Congreso en castellano. Traslado al hotel. Cena y alojamiento.  
SÁBADO 16 DE JUNIO.-   DUBLÍN – CONGRESO EUCARÍSTICO - VIGILIA 
Desayuno en el hotel. Traslado a la Royal Dublin Society para participar en las actividades del Congreso. Tiempo libre en el centro de la ciudad. Almuerzo libre. A las 14:00 h, posibilidad de asistir a un acto del Congreso en lengua española. A las 17:00 h. traslado al hotel. A las 18:00 h. cena en el mismo hotel, y a continuación traslado a la iglesia “Nuestra Señora Reina de la Paz” para la Vigilia Eucarística de la Adoración Nocturna Española.  A las 12 de la noche, traslado al hotel y alojamiento.  
DOMINGO 17 DE JUNIO.-   DUBLÍN - MADRID 
Desayuno en el hotel. Mañana dedicada a seguir visitando Dublín y sus alrededores. Dependiendo del horario, asistencia a la Misa “Statio Orbis”. Almuerzo libre. Traslado al aeropuerto de Dublín. Trámites de embarque. Salida a las 16:20 h. en el vuelo EI-594 con llegada a Madrid-Barajas a las 19:55 h. (hora española). 
FIN DE NUESTROS SERVICIOS

Precio por persona en Habitación Doble: 730 Euros.
Suplemento por Habitación Individual: 90 Euros.  

El precio incluye: 
- Avión de línea regular AER LINGUS Madrid – Dublín – Madrid.
- Hotel de 3 estrellas con todas las comodidades.
- Autocar de lujo para todos los traslados y visitas.
- Guía local de habla hispana.
- Guía acompañante desde Madrid.
- Tasas de aeropuerto.
- Pase de tres días para el Congreso Eucarístico Internacional.
- Entrada para la visita del Libro de Kells.
- Comidas indicadas en el programa.

El precio no incluye: 
- Extras en hoteles y restaurantes. 

FORMA DE INSCRIPCIÓN 
IMPORTANTE: Tanto la comunicación de los nombres como el pago del importe de inscripción deberán realizarse ANTES DEL 30 DE ENERO DE 2012.  
Para inscribirse deberán comunicarnos los siguientes datos personales por email (sanchezavellana@gmail.com) o por teléfono (91-562 67 51): 
- Nombre y apellidos (tal y como constan en el DNI).
- Teléfono de contacto. 
Al mismo tiempo, deberán ingresar en concepto de inscripción la cantidad de 230 Euros por persona en la siguiente cuenta bancaria: 
BBVA   0182 1364 30 020 150 153 7 
A nombre de Lorenzo Sánchez Avellana.
Concepto: Congreso Dublín.
Es muy importante señalar el nombre y apellidos de quienes hacen el ingreso (en caso de que sean varias personas, deben señalar cada uno de los nombres).  
El pago del importe restante deberá realizarse en la misma cuenta bancaria antes del día 15 de Abril de 2012, indicando de nuevo los nombres de quienes hacen el ingreso.